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Natàlia Palahí: “Las plantas, al igual que la naturaleza, han sido, y serán, las grandes maestras”

Actualizado: 22 sept 2023



Natàlia Palahí, conocida en redes como Naturmentallers, es una florista, experta en plantas medicinales y cosmética natural. Siempre ha vivido rodeada de plantas y naturaleza, pero hasta los 26 años no dio el paso de formarse. Su viaje empezó en una tienda de venta a granel, que le sirvió como punto de inflexión: “allí empezó a despertarse mi vocación y fue el comienzo de mi formación en campos como la fitoterapia, la aromaterapia y la cosmética natural con el uso de las plantas como ingredientes principales”.


Ha participado en canales de televisión como “Va de verd” y, actualmente, tiene un espacio en el programa “Sense Control” de Canal 4 Cataluña y Baleares, donde elabora fórmulas cosméticas y habla de los usos de las plantas medicinales. Además, Natàlia se dedica a impartir talleres a adultos y pequeños, de manera presencial y online.



Has dedicado tu vida profesional a aprender sobre el poder de las plantas para la medicina natural y la cosmética. ¿Qué nos puede enseñar la naturaleza sobre la ciencia y la tecnología? ¿Qué has aprendido en esa búsqueda?

La naturaleza es la fuente de la medicina convencional. Es decir, no hay que olvidar que antes de la industria farmacéutica, las dolencias y las enfermedades se trataban con plantas medicinales. Las plantas eran los remedios que se empleaban, eran la medicina y así fue durante mucho tiempo. Gracias a los activos de dichas plantas, nació y tenemos actualmente, la medicina.


Las plantas, igual que la naturaleza en sí, han sido y serán siempre, las grandes maestras e inspiradoras, y nos siguen enseñando. Por poner un ejemplo, el “velcro” está inspirado en el mecanismo de la flor de la bardana cuya flor tiene ese mecanismo. Y así, multitud de cosas.


Las plantas silvestres son, por ejemplo, indicadoras de los nutrientes de una tierra, dan información a los agricultores sobre el estado de esta (nitratos, potasio), eso fue algo que me sorprendió muchísimo. Ellos, según qué plantas crezcan de manera natural, saben si el terreno es bueno o le falta algún tipo de nutriente



¿Qué ventajas tienen las plantas medicinales en comparación con los medicamentos convencionales? ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas?

A mi parecer, la medicina natural y la convencional no deberían estar separadas ni enfrentadas. Como he dicho anteriormente, una nace de la otra y son perfectamente complementarias. Las plantas medicinales son preventivas de la salud, previenen o retrasan ciertas patologías o tendencias, como podría ser el alzhéimer (con el Ginkgo biloba), las semillas de calabaza (para prevenir la inflamación de la próstata), además de tratar el individuo como un todo (eso incluye estado anímico también) y para aliviar ciertos síntomas (dolores de barriga, nervios, ansiedad, tos, resfriados…)


Esto no significa que no necesitemos de la medicina convencional para tratar enfermedades o síntomas más agudos, cuando lo requerimos. Para mí, la ventaja de las plantas medicinales es que actúan en sinergia, dado que contiene diversos activos y es ese conjunto lo que las hace tan completas, además de aceites, vitaminas, minerales. Son, en general, menos agresivas e invasoras, lo que sí es cierto es que actúan de manera más lenta, hay que ser constante.


En cambio, la convencional, aísla el principio activo que le interesa de esa planta o la sintetiza aumentando su concentración, dejando atrás el resto de activos. Suele tratar la dolencia en términos generales (dolor de cabeza, paracetamol para todos), no presta atención al origen de ese dolor de cabeza (nervioso, falta de sueño, falta de nutrientes…), cosa que la medicina natural o la fitoterapia sí lo contempla.


“La medicina natural y la convencional no deberían estar separadas ni enfrentadas. Una nace de la otra, y son perfectamente complementarias”

¿Cómo podemos incorporar el conocimiento ancestral sobre plantas medicinales en la medicina moderna?

Tan sencillo como volver a incluir las plantas en nuestro día a día. Ya sea en formato infusiones, en la cocina o en batidos verdes. Si tomáramos una infusión de tomillo cada día, íbamos a prevenir muchos resfriados y, además, aumentar nuestro sistema inmunológico y mantener una buena flora intestinal, al ser antiséptico. Las ortigas cocidas son una gran fuente de vitaminas, es una planta muy muy completa, llena de hierro (ideal para personas anémicas). Se trata de recuperar recetas y hábitos que no hace tantos años, nuestros bisabuelos hacían de una manera normal y cotidiana. La gente salía al campo a recolectar plantas, ya fuese para cocinar o para secar y guardar en el botiquín, esa información pasaba de generación en generación.



¿Cómo funcionan los ingredientes naturales en los productos de cosmética?

Dentro de la cosmética natural, hay varias categorías. Algunas son elaboradas con productos ecológicos, otras con % de origen vegetal, otras con % de origen natural, etc. Lo que sí tienen en común, es el hecho de no emplear materias primas consideradas tóxicas como ciertos parabenos, algunos colorantes, aditivos y derivados del petróleo, entre otros.


La gran parte de un cosmético es agua. La cosmética natural suele usar hidrolatos (aguas florales) que contienen parte activa de la planta, la cosmética casera emplea infusiones (aun con más activos disponibles), la convencional usa solo agua.


La cosmética convencional emplea parafina o aceite mineral (ambos derivados del petróleo) en muchos casos, la cosmética natural utiliza aceites vegetales de plantas, semillas y frutos, ricos con propiedades y con una fracción insaponificable que los hace muy interesantes como cosméticos. Eso encarece el producto, pero a nivel de propiedades cosméticas y concentraciones, no hay comparación.



La industria de la cosmética natural no suele estar regulada de la misma manera que la industria cosmética convencional, ¿cómo podemos asegurarnos de que los productos de cosmética natural sean seguros y efectivos?

Eso no es del todo cierto. La cosmética natural sí está regulada y de una manera muy estricta, mucho más incluso que la convencional. En la cosmética natural, los márgenes para que pueda considerarse ecológico, vegano, etc., son muy muy estrechos.


Lo que sí estoy de acuerdo es en que hay mucho engaño con la palabra “natural” o “sin parabenos”, etc. Cuando algo se pone de moda… Ya se sabe, las grandes marcas buscan atraer a esos clientes usando palabras o llenando de dibujos de plantas, un tarro de champú. Y, por si fuera poco, buscan sinónimos u otros nombres para llamar petróleo o cualquier ingrediente con controversia.


Nos están obligando a aprender a leer los Inci (lista de ingredientes) de las etiquetas para asegurarnos que todo lo que pone, lo entendemos. Una cosmética natural certificada tendrá sellos, ya sea el sello de ecológico, de cosmos, de comercio justo… Hay muchísimos sellos.



¿Qué papel pueden desempeñar los profesionales de la salud en la promoción de la medicina natural y la cosmética natural?

Pues tienen un papel fundamental a la hora de divulgar el uso de las plantas y de recomendar usar productos más naturales en nuestra piel. No podemos recetar a la primera de cambio, antes deberíamos intentar tratarlo de manera más personal. Igual no necesita un ibuprofeno y ya, igual, necesita relajarse, tomar plantas como la melisa, la pasiflora, la valeriana… Hacer alguna actividad como yoga, pilates… Para aliviar esa tensión y gestionarla diferente. Los profesionales de la salud tienen la obligación de ayudar a mejorar el estado de una persona y eso incluye centrarse también otros campos (emocional, físico, mental), pues no solo somos personas físicas, esa es solo la manifestación final de un desequilibrio. Podemos tratar ocasionalmente con una pastilla, pero la medicina natural va más allá, busca tratar de ajustar ese desequilibrio, indaga en el origen de ese dolor.



¿Cuáles son algunas plantas medicinales que consideras que son esenciales para tener en casa?

Tomillo, por excelencia. Además, es una planta fácil de recolectar y que afortunadamente tenemos en el mediterráneo a puñados. Es un todoterreno, nos alivia los dolores estomacales, es digestiva, nos sube las defensas, alivia la tos… Y eso ya se sabía, con la famosa sopa de tomillo que lleva haciéndose toda la vida y ahora parece que está quedando en el olvido a las generaciones más jóvenes.


Salvia, si eres mujer, es una planta para ti. Regula la menstruación, ayuda a los sofocos, trata la sudoración excesiva… Una planta muy presente en preparados para aliviar los síntomas de la menopausia, junto a otras, como el trébol rojo y el lúpulo. La salvia está presente también en cremas cosméticas para pieles mixtas o grasa y en todo tipo de desodorantes.


Melisa, otra indispensable si sufres de ansiedad o de nervios en la boca del estómago antes de una reunión o una entrevista. Es una maravilla para el sistema nervioso, que además facilita la digestión y tiene acción antiespasmódica.


María luisa, aparte de tener un sabor buenísimo, es perfecta para relajarnos y para hacer una buena digestión. Hace muy buena sinergia con la melisa, que es más sosa de sabor.


¡Regaliz, otra maravilla! Perfecta para las personas que tienen reflujo, una infusión de regaliz después de comer y listo. Eso sí, en caso de hipertensión, mejor no tomarla, ya que tiende a subirla.



“Es fundamental la parte de responsabilidad ciudadana, es decir, recolectar bien”


¿Cómo podemos asegurarnos de que el uso de los recursos naturales para plantas sea sostenible?

Lo resumiría en tres puntos esenciales: Con buenas prácticas, con responsabilidad y con respeto. Tenemos en nuestras manos más opciones de las que creemos para que eso sea completamente posible y voy a nombrar algunas


Tener en casa nuestras propias plantas para uso medicinal y culinario. Entiendo que no todos tenemos un jardín, un huerto o un balcón, pero plantas como el romero, la menta, la albahaca, el tomillo, la salvia, la melisa, la lavanda… Son plantas que podemos perfectamente tener en nuestra casa en un sitio que tenga claridad. Fíjate que listado más amplio tenemos. Algunas son anuales (es decir, viven un año). ¿Muere la plata y la desechamos? Gran error, todos sabemos que las plantas florecen y reproducen semillas ¿Por qué no las usamos para plantarlas de nuevo? Si las recogemos nos vamos a asegurar de tener nuestras plantas siempre disponibles en casa, podemos alargar sus vidas con ese gesto tan sencillo. Además, la planta seca es materia orgánica, abono puro para nuestras plantas.


Tenemos la suerte de que de manera silvestre podemos encontrar plantas tan usuales y útiles como la ortiga, la manzanilla, el saúco, el tilo, el castaño, el plantago, la malva, el diente de león, la achicoria… La lista es larga. Si aprendemos a identificarlas, la montaña está llena de alimento.


Cada año imparto una salida botánica para aprender a identificar las plantas en vivo, que habitan de manera silvestre en nuestro territorio, donde las personas aprenden a identificarlas y a conocer sus usos y propiedades.


Es fundamental la parte de responsabilidad ciudadana, es decir, recolectar bien. Las buenas prácticas significa no arrancar de raíz ninguna planta, siempre dejar flores y parte productiva a la planta para que pueda seguir desarrollándose y seguir su ciclo vital, cortar con herramientas aptas y desinfectadas, respetar los espacios naturales. Si cortas todas las flores, la planta no podrá reproducirse, el año que viene, ya no la encontrarás. Es así de simple, puedes crear un impacto para bien y para mal, tus actos tienen consecuencias.


Otra cosa preciosa y que suele hacer personalmente y en talleres infantiles, es recolectar las semillas y esparcirlas en otros espacios, con tal de que estas se reproduzcan en otros lugares y expandir la especie, así como lo hacen las aves y los animales. Un acto bonito de agradecimiento que suelo hacer a menudo en mis paseos cuando termina el verano.


Todo es posible con respeto, buenas prácticas y poniendo nuestro granito de arena.


Muchas gracias Natàlia
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